En Extremadura son numerosas las explotaciones de aceitunas que existen, ya que son varios los tipos de aceitunas y varias las denominaciones de origen asociadas a esta tierra. Una de ellas es la aceituna morisca o verdial de Badajoz, con la que se obtiene uno de los aceites de más calidad de los que se elaboran en todo el territorio español.
La aceituna morisca se cultiva en la zona de la baja Extremadura, y se trata de una variedad que muestra gran resistencia ante la sequía, con un rendimiento graso de aproximadamente el 22%. Esta variedad de aceituna se emplea tanto para la elaboración de aceituna de mesa (con unos aliños muy peculiares en la zona) como para almazara, es decir, la elaboración de aceites. El aceite de la variedad morisca se caracteriza por ser de calidad suprema, con un sabor un tanto amargo y picante y un altísimo contenido en ácido oleico, con importantes beneficios para la salud.
